Viviendo el desfile del 20 de noviembre, desde la comodidad de la casa.
Por: Jose Manuel Ruiz Antonio.
No es un concierto lo que reúne a más de mil personas, en el zócalo de la ciudad de México, este 20 de noviembre. Es el desfile que se hace cada año, lo que para muchos, puede ser el evento más importante y hace que muchas personas madrugan para obtener un buen lugar y apreciar todo lo que se tiene preparado para el público. Mientras que otros no le dan mucha importancia y lo ven como un evento repetitivo y que ya no es algo que se deba hacer.
Pero entre aplausos y trompetas se da recibimiento a Andrés Manuel López Obrador, quien es el actual presidente de México. El hombre camina en medio de otros sujetos uniformados, que lo hacen ver imponente y también nos hace recordar que es una persona importante, o al menos eso nos hace pensar la presentadora que con su voz, dicta lo que está pasando. Entre su trayecto hacia la bandera, todos guardan silencio, la toma de la cámara nos regala una escena muy épica. Pareciera que los directores del evento se pusieron de acuerdo con el viento, para que soplara una ventisca no tan fuerte pero que tampoco fuera tan débil, haciendo que la bandera se moviera como en una pelicula, ademas de que el viento nos regala un sonido como de filmación de terror.
Para que después nuevamente, la locutora vuelva hablar: “Todos firmes ya” con una tonalidad en donde parece que no está nerviosa por hablar enfrente de miles personas y que además su voz es transmitida a nivel nacional. Justo después de que acabara de hablar, las trompetas y los cantantes empezaron con su espectáculo, mientras que la bandera se elevaba acompañada del viento perfecto, para así lucir más imponente.
El cántico que sale de lo más profundo de las personas, que fueron preparadas para este momento, solo se puede definir en la siguiente palabra; “Profesionalismo” . Pero al igual que la voz, la melodía que sale de los instrumentos musicales, que acompaña la voz, también se roba el espectáculo, para así poder demostrar su preparación.
Las cámaras no solo enfocan a las personas con trajes, sino que también a los que la sociedad les llaman“civiles”. Que con una toma en picada, los hace parecer hormigas en lugar de humanos. Ver lo diminutos que somos, pero también resaltan lo que puede hacer la unión de todos. Pero no solo hay tomas en picada, porque también podemos ver, cenitales, grandes angulares, generales, etc… Todo para poder tener en cuenta el gran trabajo de los que no salen en los reflectores. De aquellas personas que no se llevan mucho el mérito, pero juegan un papel muy importante. Para todos los ciudadanos que disfrutan de este mismo proyecto, pero desde la comodidad de sus casas.
Termina el canto del himno nacional. El presidente se sube a un carro muy poco vistoso, no solo por su color verde muerto, ya que el tamaño no le favorece mucho.
Se sube al carro para volver a retomar su recorrido, pero ahora en cuatro ruedas, para poder pasar enfrente de todas las tropas, que saludan como si fuera es su único trabajo. Acompañado de una postura recta, para así poder presentar respeto hacia la persona de cabello color blanco que está pasando enfrente de ellos. Pero lo más resaltable de esto, son las grandes tomas que nos regalan los camarógrafos, que con su gran profesionalismo, ponen la cereza del pastel. Haciendo que muchos prefieran ver el desfile desde sus casas, en vez de estar parado ahí todo el día.
El presidente baja del carro poco vistoso, para que así el hombre de la trompeta nos pueda regalar un solo, que hizo valer el recorrido del señor Andres Manuel.
La rutina de siempre, tal como el año pasado. Los de la banda de guerra hacen la entonación del himno nacional pero ahora sin el acompañamiento de la voz humana. Pero a pesar de eso, es un espectáculo que difícilmente te puede aburrir, ya que la entonación de cada estrofa a la perfección, hace que sea un deleite para los oídos. A esto le agregamos los sonidos bruscos que provocan los cañones,que vuelve el lugar un campo de batalla blanco. Los cañones que ahora ocupan el lugar de la voz de los recitantes. Disparan y disparan ocasionando un humo que parece neblina baja. Que poco a poco desciende para cubrir a los soldados que marchan en sus mismo lugar, mientras que tocan la trompeta que ocupa el lugar de sus armas en el campo de batalla. La voz de un hombre invita a todos a tomar asiento, como si fuera se tomaron el tiempo de poner asiento para todos los ciudadanos que se tomaron la molestia de ir a presenciar el evento.
Pero aun así da inicio a la presentación de las figuras que sí tienen un asiento, haciendo el ralcalco de que ellos sí son importantes.
Aplausos, tras aplausos. Discurso, tras discurso. Todo esto a tiempo del evento. Aun así da comienzo, el verdadero motivo por el cual muchas personas están interesadas en esto. El desfile de tropas.
Comentarios
Publicar un comentario